Imagina que estás cenando pizza con unos amigos, y de repente se te ocurre una idea que cambiará el mundo. Eso fue lo que le pasó a Tohru Iwatani en 1980 gracias a un trozo de pizza. Creó uno de los videojuegos más exitosos de todos los tiempos: Pac-Man.

En los años 70 y 80, las salas de juegos de Japón estaban llenas de videojuegos llamados «Shooters» (juegos de tiros), considerados «masculinos» y que consistían fundamentalmente en apuntar, disparar y matar.

Fue entonces cuando el diseñador Toru Iwatani, un joven empleado de la empresa japonesa de juegos Namco, se propuso desarrollar una propuesta más popular, que pudiera atraer a la mayor cantidad posible de público. Que invitara también a las mujeres y a las parejas a sumarse al creciente mundo de la diversión virtual.

Que no se tratara ni de disparos, ni violencia, ni guerras. Tampoco el desafío de destruir cientos de naves espaciales desde una pantalla de ciencia ficción. Ni deportes y simuladores de autos de carrera como solían ser los videojuegos en esos tiempos.

A principios de la década de 1980,Tohru Iwatani, salió a cenar con un grupo de amigos. Llevaba años dándole vueltas a la cabeza sobre varias ideas que le rondaban. La idea que tenía era jugar tranquilo, relajado, sin exaltarse. Pensó temáticas centradas en la moda y en el amor, pero finalmente la candidata elegida fue la comida, nada más popular que eso en todo el mundo.

Ing. Tohru Iwatani – Creador del videojuego Pac-Man.

 

Pidieron una pizza y alguien cogió de primero una porción. Iwatani, al abrir la caja contempló la pizza y fue golpeado por un rayo de inspiración que cambiaría para siempre la historia de los videojuegos y su propia vida.
A pesar de estar cubierta de queso, tomate y grasa, esa pizza redonda, a la que le faltaba una sola porción, de repente se le pareció como si fuese una cabeza con una boca muy abierta, una criatura que necesitaba comer.

Disfrutó tanto de la comida que incluso aprovechó para ponerle nombre, «Pakkuman», basado en «Paku, paku», una onomatopeya que usan los japoneses para describir el sonido de abrir y cerrar la boca al masticar. Exactamente lo que hace el personaje durante todo el juego.

Lo llamaron Puck-Man y la primera máquina fue instalada en una galería en el bullicioso distrito de Shibuya, en Tokio (capital de Japón), el 22 de mayo de 1980. El objetivo estaba cumplido: mujeres, hombres y niños se acercaban a las salas de juegos para “conducir” al personaje glotón por su laberinto.

Pero en octubre de 1980, cuando el videojuego llegó a los Estados Unidos, lo rebautizaron. La empresa Midway –que iba a comercializarlo en ese país– temió que, como broma, la gente reemplazara la letra P por una F, formando «Fuck», un término grosero en inglés. Y así pasó, con su nuevo nombre, se convirtió en un éxito inmediato en todo el mundo: sólo entre 1981 y 1987 se vendieron 300.000 máquinas –un récord Guinness– y se estima que sólo hasta la década del 90 había producido ganancias por 2.500 millones de dólares.

Cuando Pac-Man cumplió 30 años, Google creó como homenaje un doodle jugable en su página de búsqueda, lo que hizo que millones de personas echaran una partida rápida al Pac-Man cuando abrían la página de Google. Aquel día se produjo una pérdida de productividad en todas las empresas del mundo durante 3 días, con un coste estimado de más de 120 millones de dólares. Por cierto, la leyenda cuenta que la pizza era de salami.