Seguro que has visto miles de veces esos postes rojos, blancos y azules que adornan las barberías en todo el mundo, pero, ¿conoces cuál es su origen? Esta es la sangrienta, desconocida y sorprendente historia de los postes de barbero.

Su origen se remonta a la Edad Media, una época en la que el trabajo de barbero no se limitaba a rasurar barbas y cortar cabellos solamente, sino que realizaban extracciones dentales, llevaban a cabo sangrías y realizaban pequeñas cirugías, por lo que eran conocidos como cirujanos-barberos.

De hecho, no sería hasta el siglo XVIII cuando se separarían las profesiones de barbero y cirujano en oficios independientes. Estos barberos iban de pueblo en pueblo con su caravana tirada por caballos a cuestas, ofreciendo sus servicios de manera ambulante.

Al llegar a cada población, se anunciaban por toda la ciudad informando de su ubicación a todos los vecinos, aunque realmente no había ninguna duda para identificarlos, porque junto a su improvisado salón de belleza/consultorio médico, plantaban un alto poste.

En ese poste el barbero colgaba las vendas que iba usando durante sus sangrías y sesiones de belleza para que se secaran, y que además valían como señal de reclamo.

Durante las sangrías, extracciones de sangre que se creía que servían para curar enfermedades y mejorar la salud, los pacientes sujetaban ese poste para facilitar la salida de la sangre durante la operación, que fluía por el palo hasta una palangana situada en la base.

Al terminar su trabajo, los barberos enrollaban las gasas ensangrentadas en los postes para ponerlas a secar, impregnadas todavía de color rojo.

Con el paso del tiempo, el poste rojo y blanco se convirtió en un símbolo que asociaba su presencia a la de los cirujano-barberos.

Respecto al color azul, apareció más tarde para distinguir a los cirujanos de los barberos. En 1745, en Inglaterra, hubo una división en el Gremio de Barberos, creándose la Sociedad de Cirujanos, que acabaría transformándose en el Real Colegio de Cirujanos.

Para distinguirse unos de otros se acordó utilizar el blanco y el rojo para el símbolo del recién creado Colegio de Cirujanos, así como añadir el color azul al de los barberos. No fuera a ser que alguien se equivocara de lugar.