En 1956 un inventor italiano creó un artilugio para ayudar a su hijo a tratar en casa su enfermedad, una artritis reumatoide. Su invento revolucionaría la industria del bienestar, ya que este adelantado a su tiempo se llamaba Cándido Jacuzzi.
A comienzos del siglo XX, siete hermanos italianos parten de su tierra con destino a California, donde decidieron fundar una empresa especializada en hélices para aviones a la que llamaron Jacuzzi Brothers.
En poco tiempo sus hélices se convirtieron en las mejores de todo Estados Unidos, lo que les convirtió en contratistas del ejército, permitiéndoles el inicio de la fabricación de aviones completos.
Pero tras un accidente en el que murió uno de los siete hermanos, en uno de sus aparatos, cambiaron el nombre de la empresa por el de Jacuzzi Bros Propellers.
Las hélices les parecía poco y comenzaron a innovar nuevas aplicaciones e ideas, lo que dio lugar nuevos diseños, como una famosa bomba de riego, un ventilador que soplaba aire caliente para combatir las heladas y bombas hidráulicas con una calidad nunca vista hasta ese momento.
En el año 1943 el hijo de Cándido, Kenneth, comenzó a sufrir dolores debido a una artritis reumatoide y descubrieron que tan solo los tratamientos de hidroterapia que le daban en el hospital calmaban sus sufrimientos, por lo que Cándido comenzó a pensar en una manera de ayudarle.
En 1956 instaló en la bañera de su casa un motor que inyectaba aire cuando estaba llena de agua, intentando reproducir los efectos positivos de la hidroterapia que Kenneth recibía en el hospital. Y funcionó.
Acababa de desarrollar la J-300, una bomba que producía un chorro de agua que reproducía los efectos curativos de la hidroterapia hospitalaria. Gracias a este invento, su hijo podía continuar los tratamientos en casa.
Sin embargo, no fue hasta el año 1968, cuando su sobrino, Ray Jacuzzi, tras ver el potencial de la idea que había tenido su tío, revisó el diseño y creó la primera bañera con chorros integrados y con un sistema de hidromasaje. Nacía el Jacuzzi.
Su sistema era tan bueno que nadie fue capaz de copiárselo, ya que no tenían la experiencia que los hermanos Jacuzzi habían adquirido con las bombas de agricultura. Y como no tenían competencia, la gente comenzó a llamar «Jacuzzi» a cualquier bañera de hidromasaje.
En 1970 regresaron a Valvasone, el pueblo de Italia desde el que habían partido. A pocos metros de su casa natal fundaron la primera planta europea para la producción de bañeras de hidromasaje de Jacuzzi Group.