En el siglo XIX, el doctor René Theophile Laennec, estaba obsesionado por oír lo que ocurría dentro del cuerpo humano. Necesitaba un método fiable para escuchar los pulmones. Su creación cambiaría para siempre la historia de la medicina: el estetoscopio.
René, nacido en 1817, había aprendido del doctor Jean-Nicolas Corvisart, futuro médico de Napoleón, a aplicar el llamado sistema de percusión y le obsesionaba escuchar los pulmones porque su madre y uno de sus hermanos habían muerto por tuberculosis.
Este sistema se basa en diagnosticar mediante los sonidos o vibraciones que se producen cuando se aplican pequeños golpes en los pulmones del paciente y que todavía hoy en día se utiliza.
Pero necesitaba perfeccionarlo, ya que no era suficiente. Además, pegar su oído al pecho o la espalda de sus pacientes, tampoco le hacía demasiada gracia en una época en la que el puritanismo estaba en pleno apogeo.
Necesitaba un artilugio que le permitiera escuchar los latidos del corazón o los estertores de los pulmones a distancia, para evitar la incomodidad de tener que acercar la cabeza al pecho de las mujeres y así evitar posibles malentendidos.
Siendo médico en el Hospital Neckerd de París, se le presentó el caso de una joven con palpitaciones que parecía una enfermedad cardíaca. La auscultación resultaba muy difícil, debido a la obesidad de la paciente.
Además, seguía sin poder escuchar claramente el cuerpo de la joven con ese método, por lo que no podía diagnosticar de manera fiable la enfermedad que sufría.
Pero recordó que, paseando un día por los jardines cercanos al Louvre, había observado a un niño que pegaba su oído a uno de los extremos de una madera para poder escuchar mejor los golpes que otro compañero daba en el otro extremo del mismo. En ese momento se le encendió una luz.
Imitando aquel rústico mecanismo, cogió un cuaderno y lo enrolló con forma de cilindro a un cartón y lo aplicó en un espacio intercostal de la enferma. En ese momento pudo escuchar alto y claro los latidos del corazón de su paciente.
Había inventado el estetoscopio y con él cambiaría para siempre la historia de la Medicina. El también llamado fonendoscopio, que creó René se encuentra alojado actualmente en el museo de Anestesiología Wood Library de Chicago.
Su nombre nació de la unión de las palabras griegas «stethos», que significa pecho, y «skopein», que hace referencia al hecho de observar.