Por ser un tema trascendental en los Estados Unidos el caso contra Donald Trump se encuentra totalmente prohibido el ingreso de cámaras fotográficas y dispositivos móviles en las salas del tribunal. Por esta razón Jane Rosemberg y Elizabeth Williams, ilustradoras desde 1980 han asistido todos los días al primer juicio penal a un expresidente de los Estados Unidos.
Rosemberg se encarga de plasmar varios momentos, mientras que Williams dibuja escenas concretas del juicio.
«Realmente me siento cómoda dibujando la escena real, porque permite a la gente ver realmente lo que está sucediendo», dijo Williams, que trabajó como ilustradora de moda en Los Ángeles antes de probar suerte en la rama judicial.
Por ser el caso del expresidente Trump los niveles de seguridad y reglas para ingresar al tribunal son extremadamente estrictos.
«Nunca había tenido tantas medidas de seguridad que restringieran mis movimientos, incluso para ir al baño. Es realmente difícil entrar, conseguir un asiento y prepararse», señaló Rosenberg, que estudió retratos artísticos antes de trabajar como ilustradora de tribunales.
Las mujeres cuentan que llegan con todos sus materiales desde las 7:00 a.m. para hacer la fila y solo hasta las 9:00 a.m. es que pueden lograr entrar al tribunal. Antes se sentaban en primera fila, pero los fiscales y los abogados defensores decidieron coger las dos primeras filas para su propio uso.
Ambas artistas dijeron que cumplir con los plazos de entrega es realmente un desafío. El uso del teléfono no está permitido en la sala del tribunal y las personas que están dentro del recinto no pueden salir cuando quieren. Por lo tanto solo pueden entregar su trabajo durante los momentos de descanso que permite el juez.
Para ellas entregar sus ilustraciones es una tarea muy importante, porque por medio de sus dibujos son la única manera de que el público conozca y sepa lo que está ocurriendo en la sala de un tribunal.
Hasta que no termine el juicio al expresidente Donald Trump, Rosemberg y Williams saben que todas las mañanas deben volver hacer la fila lo más temprano que puedan. Para ser de las primeras que logran entrar a la sala del tribunal y así poder ilustrar y mostrar al mundo por medio de sus manos el primer juicio que se le hace a un expresidente en los Estados Unidos de América.