Hoy en día, lo tenemos a nuestra disposición en cualquier tienda del planeta, pero hubo una época en la historia en la que nadie quería usarlo. Así es como un sencillo invento cambió para siempre la forma en que compramos: el carrito de la compra.

Sylvan Nathan Goldman era el propietario de un supermercado en Oklahoma en la década de 1930. Durante el día a día de su tienda, Sylvan veía cómo sus clientes, cansados de sostener los productos entre sus brazos o en las cestas, dejaban de comprar.

Los clientes sufrían cargando bolsas incómodas o a medio llenar porque se rompían, lo que impedía que pudieran comprar con tranquilidad en el supermercado. Sus clientes dejaban de comprar cuando las cestas se llenaban o pesaban demasiado

Y pensó que las personas necesitaban comprar con calma, con tranquilidad y comodidad. No podía ser que dejaran de comprar por culpa de aquellas bolsas y cestas. Tenía que facilitarle la vida a sus clientes. Así que decidió hacer algo al respecto.

En 1936 se le ocurrió una idea que cambiaría para siempre la manera en la que compramos: soldar unas ruedas a una silla, sobre la que soldó una de las cestas. Así nacía el primer carrito de la compra.

Tras fabricar varios de estos carros, el 4 de junio de 1937 los puso en su supermercado para ver si funcionaban, pero la idea fue un fracaso. Las mujeres encontraban el artilugio poco estético y los hombres lo veían como una confesión de falta de fuerza.

Así que tuvo otra genial idea: contrató a figurantes (actores) para que se pasearan por su supermercado con los carritos, haciendo ver que compraban mientras una señorita en la entrada del establecimiento proponía al resto de clientes que también cogieran un carrito.

El invento ahora sí funcionó. Y, debido a su éxito, los demás supermercados comenzaron a pedirle comprar sus carritos, por ello, en 1947, Goldman creó su propia fábrica de carritos: «Folding Carrier», que le hizo multimillonario.

El carrito original tuvo muchas mejoras y algunas de ellas fueron ideas del propio Goldman, como la «puerta abatible» para encajar un carrito con el siguiente, o el asiento integrado para niños.

«El carrito que cambió el mundo» ha impactado en la vida de todos los seres humanos del planeta y su invención ha sido el origen de multitud de ideas que han convertido al retail en uno de los mayores negocios del mundo.

Así fue como Goldman buscó una necesidad y trató de cubrirla. Encontró una solución brillante y por el camino cambió para siempre nuestra manera de comprar, con un invento que nadie quería usar.