En 1945 los hermanos Panini consiguieron el permiso de un quiosco cerca de la catedral de Módena, en Italia, y descubrieron que las tarjetas coleccionables eran muy populares, así que decidieron probar suerte. Así nacieron las legendarios cartillas Panini.
Tras conseguir hacer funcionar el quiosco, los hermanos Giuseppe, Benito y Umberto Panini vieron que una colección de tarjetas de plantas y flores había sobrado de una promoción de una revista.
Desde que tuvieron el quiosco, descubrieron que las tarjetas coleccionables que venían con las revistas eran muy populares, así que decidieron ver si podían ganar dinero con esas tarjetas sobrantes.
Para ello las dividieron en paquetes de dos unidades y las vendieron por separado fuera de la colección. La idea funcionó tan bien que decidieron llevarlo un poco más allá.
En 1961 alquilaron una pequeña imprenta cerca de su quiosco, compraron los derechos de algunos jugadores de la liga italiana y comenzaron a imprimir pequeñas tarjetas con sus imágenes. Allí nacieron las cartillas Panini.
Tres años después compraron una imprenta aún más grande y lanzaron su primer álbum, en el que sus clientes podían pegar los caramelos o laminas y así poder coleccionarlos ordenados y comenzaron a imprimirlos autoadhesivos, para facilitar su pegado.
Pero el despegue definitivo llegó cuando se asociaron con la FIFA para lanzar el álbum oficial del Mundial de México de 1970. Y todo cambió. Fue un boom extraordinario, convirtiendo al deporte en el plato fuerte de la compañía, sobre todo las Copas del Mundo.
En la actualidad, Panini ya no pertenece a la familia, sino que forma parte de una empresa que ostenta el liderazgo mundial en el sector de las revistas y es el cuarto editor europeo en temática juvenil.
Cada cuatro años, durante los meses previos y durante la copa del mundo, Panini multiplica sus ventas. En 2014 sus ventas ascendieron a casi 800 millones de dólares durante el Mundial de Brasil. En el de Rusia 2018 superó los 1.000 millones.
España es uno de sus principales mercados, donde Panini tiene 139.000 puntos de venta y factura más que la primera marca de la competencia en todo el mundo. Desde 1979, año en que Panini llegó a España, hasta 2020, la compañía imprimió 19.200 millones de cromos.