En el año 1983, el presidente de la cadena NBC, pidió una serie que fuese una combinación de Los Doce del patíbulo, Misión imposible, Los siete magníficos, Mad Max y Canción triste de Hill Street. Además, el coche tenía que conducirlo Mr. T. y fue ahí cuando nació el Equipo A, o la serie mejor conocida en Colombia como los MAGNÍFICOS.

Uno de aquellos productores era Stephen J. Cannell, al que habían despedido de ABC y fundado su propia productora, por lo que tenía que conseguir, junto a otro productor, Frank Lupo, que aquella descabellada idea del jefe funcionase.

Realmente, la propuesta del presidente de la NBC, Brandon Tartikoff, incluía una condición indispensable e irrevocable: que el popular Mr. T Mario Baracus condujera el carro.

Lo primero que hicieron, además de hablar con Mr. T, fue contactar con George Peppard, un actor olvidado que había caído en el alcoholismo, para ofrecerle el papel de Hannibal, aunque esta figura había sido creada pensando en James Coburn.

Aunque Cannell tenía grandes esperanzas en esta nueva serie, nadie esperaba que Los Magníficos se convirtieran en un éxito, excepto Peppard, quien tenía claro que sería un pelotazo desde el inicio, antes incluso de que llegaran a grabar una sola toma.

El episodio piloto se emitió el 23 de enero de 1983 y el primer episodio regular, emitido tras la Super Bowl, alcanzó el 26,4 % de la audiencia total en Estados Unidos.

Una auténtica locura no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional, llegando a formar parte de la cultura popular. Pero, ¿por qué funcionó tan bien? La fuerza de su concepto era su simplicidad.

El Equipo A (Los Magníficos) era un comando formado por miembros de las Fuerzas Especiales durante la guerra de Vietnam que habían recibido el encargo de su comandante, el coronel Morrison, de robar el Banco de Hanoi en misión secreta.

Este robo ayudaría a poner fin a la guerra, pero tras el golpe, tanto la base como Morrison fueron eliminados en un ataque del Vietcong, por lo que ya no quedaba nadie que conociese sus órdenes secretas, así que fueron arrestados y encarcelados hasta que se fugaron.


En 1972, un comando compuesto por cuatro de los mejores hombres del ejército americano fueron encarcelados por un delito que no habían cometido. No tardaron en fugarse de la prisión en que se encontraban recluidos. Hoy, buscados todavía por el gobierno, sobreviven como soldados de fortuna. Si tiene usted algún problema, y si los encuentra, quizá pueda contratarlos.


 

 

El argumento era muy simple y siempre el mismo: alguien en apuros los contrataba para resolver un problema, normalmente relacionado con matones y abusones. Y cada aventura presentaba siempre los mismos mimbres:

Tiroteos en los que nunca moría nadie, peleas, cosas que explotaban y su capacidad para crear armas y vehículos a partir de cualquier chatarra o piezas viejas que estuvieran en el lugar en el que estaban encerrados.

En la quinta temporada, todo el grupo de “Los Magníficos” fueron finalmente detenidos y comenzaron a trabajar para la CIA en intrigas internacionales en lugar de enfrentarse a matones locales, pero la audiencia no respondió, por lo que el programa llegó a su fin después de casi cinco años y 98 episodios.

Otro elemento maravilloso del Equipo A (“Los Magníficos”) fue su tema musical tan diferenciado y distintivo, que se podía tararear fácilmente y que todos los que tenemos una cierta edad reconocemos al instante nada más comenzar a oírlo.

Y por supuesto, el Equipo A tenía un vehículo llamativo, una camioneta GMC Vandura de 1983 con una franja roja y un alerón en el techo, equipada para ayudar al equipo durante sus aventuras y que todos los niños queríamos tener de mayores.

¿Y por qué se le llamó «Equipo A»? El nombre de este programa provino del apodo que recibían los «Grupos Operativos de Fuerzas Especiales A» de Estados Unidos durante la guerra de Vietnam, aunque esta conexión jamás se mencionó en pantalla.